El hecho de que las personas tengan la oportunidad de trabajar supone importantes ahorros para la administración, para las propias personas y para sus familias:
- Las administraciones públicas ahorran en prestaciones por desempleo, en renta básica de ciudadanía, pensiones no contributivas de invalidez, en recursos asistenciales más costosos del Sistema de Servicios Sociales y en el Sistema de Salud.
- Reducción de costes asumidos por las familias: horas de dedicación y soporte a la persona, costes asociados a su vida diaria.
- Proporciona a las familias curadoras más tiempo para atender a sus necesidades de descanso y/o mejora de su conciliación personal y laboral.