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Ocio inclusivo: un espacio para compartir y crecer

La palabra ocio proviene del latín licēre, que significa «estar permitido» o «ser libre para hacer algo». De esta raíz también derivan palabras como licencia. Con el tiempo, en las lenguas románicas, el significado se especializó para referirse al tiempo disponible para actividades no obligatorias, como el ocio o el entretenimiento.

Pero el ocio es mucho más que una actividad para llenar el tiempo libre. Es una herramienta esencial para el bienestar emocional y social de las personas. Disfrutar de un ocio de calidad favorece la salud mental, fomenta la autoestima y proporciona espacios seguros para la interacción y la diversión. Para muchas personas, supone una oportunidad para descubrir nuevas aficiones, desarrollar habilidades y establecer vínculos que refuercen el sentido de pertenencia.

Además, el ocio inclusivo permite romper estereotipos y generar espacios de convivencia reales, donde se valora a cada persona por lo que es y no por sus “limitaciones”. Esto impacta directamente la construcción de una sociedad más justa y cohesionada, donde todo el mundo tiene la oportunidad de participar activamente y expresarse libremente.

Las personas con diversidad funcional, enfermedades mentales o en riesgo de exclusión social a menudo se encuentran con barreras invisibles que dificultan su conexión con los demás. En FIL trabajamos para eliminar estas barreras y crear oportunidades para que nadie se quede atrás.

En FIL, además de promover la inclusión mediante la generación de oportunidades laborales para colectivos vulnerables, defendemos que el ocio es un derecho, no un lujo. Por eso, hemos creado un nuevo grupo de ocio para jóvenes, un espacio para compartir experiencias y, sobretodo, sentirse parte de una comunidad. Este nuevo grupo es un paso más hacia un ocio inclusivo y de calidad, donde cada participante pueda disfrutar y crecer a su ritmo. Esta iniciativa se suma a las actividades de ocio ya existentes, ampliando así las oportunidades para más personas.

¿Qué hacemos? ¡De todo! Desde actividades culturales hasta propuestas creativas y deportivas. La clave es que cada persona pueda elegir lo que le gusta y sentirse cómoda. No hay rigidez ni obligaciones, solo ganas de pasarlo bien y construir vínculos.